En mi caso, tras constuir un plano mediante hexágonos y estrellas, e imperdibles como módulo de unión, decicí cerrar el espacio, originando una estructura tridimensional.
Otro de los retos de este ejercicio, consistía en dibujar nuestro tejido, y describir el dibujo con un adjetivo. No se trata de pintar las líneas una a una, sino de expresar y transmitir lo que estamos dibujando.
Por último, algunas fotos del interior de mi tejido, dónde quizá se pudiera imaginar un espacio arquitectónico.